sábado, 27 de enero de 2018

Pollo guisado en Crock Pot

Hace un rato os describía mi primer experimento crockpot. Ha salido bien. Os lo cuento.

En casa tenía básicos de los que siempre tengo: pechugas de pollo congeladas, guisantes congelados, patatas eco de Consum, cebolla frita Hida de lata, tomate frito y zanahorias. También tenía un vino blanco abierto. 
He comprado judías verdes planas, champiñones y ajos.

Para 4 raciones
4 Pechugas de pollo enteras
2 patatas
Un vaso grande de guisantes congelados 
6 judías verdes
2 zanahorias
2 dientes de ajo
Medio paquete de champis laminados

3h30 en alta

He puesto la cebolla frita lo primero con la olla enchufada en baja. He cortado la verdura en trozos no muy pequeños y todo a la olla. Un chorrito de vino, un chorrito de tomate frito, una pizca de sal y medio cubito de caldo de verduras. Tapar, cambiar a alta y...  






La verdura, con su sabor, tierna pero no demasiado blanda. La salsa, ligada y el pollo jugoso. No me ha hecho falta ni pan. Mi marido ha repetido y se ha cargado mi plan de guardar 2 raciones para otro día. Pero yo encantada. 


Y llegó la Crockpot

Esa modernez antigua, porque ya en el año de la catapuna se usaba en Inglaterra para guisar, aunque aquí no llegara hasta hace relativamente poco con promesas de ahorro en luz y de máximo sabor en todo lo que le eches.
Llegó mi Crockpot negra digital para 5 raciones (somos 2, pero quiero cocinar ya para más y en previsión de congelar por ración). Y yo empecé a experimentar.
Porque las recetas de webs como Crockpotting.es, que son muy completas, con sus cantidades, sus recomendaciones, a mí me parecían muy historiadas (para todo hay que sofreír en otro cacharro y ya, pereza), y las del libreto que viene con la maquinita... pues bueno, eran muy... americanas. Pulled pork, costillas en salsa barbacoa... nah. Nunca he comido de eso, no voy a empezar ahora.
Además, si me habéis leído hasta aquí ya sabéis que no se me da nada bien lo de medir las cosas y soy más de "a ojo". Después de estudiarme mil recetas y dudar de por dónde empezar, he decidido empezar por un pollo guisado.
Esto es un experimento total. Malo no puede salir... pero ya veremos si está en su punto con el tiempo que le he puesto.
Si sale bien, os cuento qué he puesto y el tiempo de cocción.

¿Y para qué quiero yo una olla de cocción lenta si lo que quiero yo es ir a toda castaña, con lo bien que me va la Actifry y la vitro para cosas de cocer, hervir y rehogar? Pues por lo siguiente:

  • Quiero cocinar carnes (no sé hacerlo con la vitro ni con el gas, no le pillo el punto)
  • Quiero hacer guisos de cuchara a fuego lento sin gastar (solo tengo vitro y gasta bastante)
  • Quiero poder dejar la olla toda la noche haciendo chup chup y que se pare sola (función "mantener caliente" cuando llega al final de la cocción programada)
  • Quiero poder poner los ingredientes por la mañana y al mediodía tener la comida caliente
  • Y quiero que además me dé para congelar, ya que me pongo a pelar y cortar cosas. 

En unas horitas sabremos cómo ha salido ese primer experimento.
¡Crucemos los dedos!


miércoles, 10 de enero de 2018

El cocido de Reyes

En mi casa se comía cocido a menudo, los domingos, y alguna vez el día de Navidad, si no venía alguna de las abuelas a comer a casa. Cuando había visita o comida con la familia extensa, mi madre preparaba cosas más selectas, por así decirlo. No recuerdo cuándo se empezó a comer cocido el día de Navidad. El caso es que con el tiempo, cuando mi madre ya no estaba y tenía que hacerlo yo, fui variando el día según pudiera o no dedicarle tiempo a cocinar.
El año pasado no recuerdo en qué fecha lo hice, pero sí recuerdo preparar por un lado la verdura y por otro las carnes, porque mi cuñada era vegetariana. Este año ya no lo es y, a petición suya, he cambiado el menú de Reyes que solía consistir en aperitivos, gambas y merluza al horno por nuestro ya tradicional cocido de Reyes.
El caso es que en cada hogar el cocido tiene su receta y sus trucos. Mi madre hervía la verdura y la carne por separado, y luego juntaba todo el caldo. Yo lo hice así varias veces, pero un año mi tía me dijo que ella lo ponía todo junto y lo dejaba hervir a fuego lento horas y horas. Decidí probarlo, porque era menos lío que andarme con dos cazuelas.
Aunque no es precisamente una receta rápida ni cómoda, quiero compartirla porque las sobras y el caldo dan para varios días, y aprovechar o que ya tenemos en la nevera siempre está bien.
Bueno, como os imaginaréis, soy más de arreglos para cocido del supermercado que de ir a la carnicería. Quería comprarlo todo de la mejor calidad este año, pero el viernes 5 se me complicó la vida y decidí que me quedaba con los arreglos envasados. El caso es que el año pasado usé el de Mercadona y me quedó la carne dura. Este año he probado el de Consum, que viene con pelota (pero sin chorizo) y te regalaban la verdura, aunque algo escasa.
Yo no lo hago de tres vuelcos sino de dos y medio (carne, verdura, caldo), por llamarlo de algún modo, ya que no pongo fideos. Aquí va lo que compré el día de antes:
1 arreglo de carne para cocido de Consum (verdura de regalo, si no está esta promoción, se compra un arreglo de verdura y apañado)
1 paquete de 3kg de patata gallega de Consum
1 pelota extra (porque nos encanta)
1 chorizo para guisar
1 bandeja de añojo
1 bote de garbanzos grande
Me costó todo unos 12€.

Lo primero es lavar la carne y cubrirla de agua fría en una olla grande. Y a fuego lento todo, aunque la morcilla si no se hace aparte, hay que sacarla a los 20 minutos porque si no, se deshace y lo "mancha" todo.
Mientras, voy lavando las verduras. Como pongo el nabo, la chirivía y el napicol con la piel, tardan bastante en hacerse así que lo pongo todo junto cuando la carne ya lleva un rato al fuego. Me gusta más que los sabores se mezclen desde el principio, aunque como os decía, el arreglo de verdura "de regalo" era tan escaso que esta vez predominaba el sabor de la carne. Hay quien pone una ñora o una manzana para suavizar el sabor (tip de mi tía). Al cabo de un rato echo un poco de sal, pero solo en el caso de que el arreglo no lleve punta de jamón, que es muy salada. Hay que dejar la olla a fuego lento horas y horas, mínimo 3, que es lo que dicen todas las recetas que necesita la carne para quedar en su punto.
Yo esta vez puse la carne al fuego a las 10:00, la verdura un poquito después, las patatas en mitades y los garbanzos de bote, previamente lavados, a las 14h00. Apagué el fuego a las 14h30 y dejé la olla media hora más con el calor residual de la vitro.
Al terminar la cocción, lo coloqué todo en bandejas como siempre se hacía en casa: garbanzos y verduras en una bandeja, carnes en otra, y una sopera con el caldo. Nosotros no hacemos fideos para el caldo. O bien lo tomamos en taza, o bien remojamos el plato con el caldo, y así podemos comernos la patata machacada y jugosa.
Y ya está. Es muy fácil y siempre queda bien. Lo mejor es que la día siguiente se puede hacer arroz de cocido, y como seguro que sobra caldo, se puede congelar para hacer sopas u otros guisos.
Si llegáis al postre, lo ideal son mandarinas o naranja pero quién va a comer fruta habiendo Roscón de Reyes, ¿no? Así estábamos a media tarde... rodando, pero ¡estaba buenísimo!